VOLTA ROASTER – COLOMBIA HUILA

Cada vez que pasaba te miraba desde la ventana de la micro, con un pequeño meneo de tus ramas parecía que me saludabas, incluso cuando volví de mis vacaciones, con cierto paternalismo, te encontré más crecido. Me imaginaba que crecerías eternamente ahí, dibujando con tus raíces la cúspide de la fachada, sobre una sutil alfombra de hojas secas en otoño, amenazante de caer sobre los turistas y entregando tu sombra a los comerciantes ambulantes. En un acto celestial sobreviviste a las llamas que consumieron completamente el mercado, continuaste tu crecimiento abonado por las cenizas de su trágica historia.

Claudio B.
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